jueves, abril 23, 2015

¿El niño debe aprender o aprehender?

Aprender: asimilar, memorizar, estudiar, instruirse, cultivarse, formarse, adquirir el conocimiento de una cosa. 


Soy pasivo, me dejo, soy un recipiente en el que entran X cosas, parto de un nivel y llego a otro, sin duda, pero no siempre con éxito porque el nuevo nivel al que he llegado no forma parte de mí o de mi realidad, no lo he hecho mío, solo lo he incorporado”.


Aprehender: tomar, prender, capturar, apresar, aprisionar, echar el guante, detener. 

Lo hago mío, lo construyo, formo parte del resultado, se queda, tiene sentido para mí, he sido activo, el resultado es también, gracias a mí”.


Expliquemos ahora la trascendencia que tienen estos dos términos en el proceso enseñanza-aprendizaje.


El ser humano tiene la disposición de “aprehender” sólo aquello a lo que le encuentra sentido o lógica. El auténtico aprendizaje es el aprendizaje significativo, el aprendizaje con sentido, totalmente diferente a un aprendizaje mecánico, basado en el único ejercicio de la memoria y muchas veces con un objetivo distinto al de aprender y más cercano al de aprobar exámenes.

En el aprendizaje significativo los nuevos conocimientos se sujetan en los anteriores y esta relación entre lo viejo y lo nuevo, lo conocido y lo que no lo es hasta ese momento, se convierte en la base a partir de la cual el aprendiz CONSTRUYE el nuevo nivel de conocimiento. 
El aprendizaje significativo asegura al aprendiz enlazar cuánto sabe e intenta saber, de modo que el conocimiento forma parte de un todo, no se encuentra aislado, no se agarra con pinzas, tiene fuerza, forma parte de la experiencia e incluso llega a formar parte de la personalidad.

Para llegar al aprendizaje significativo es preciso que el estudiante “aprenda a aprehender”, que elabore e internalice conocimientos pero también habilidades y destrezas que hacen más eficiente su aprendizaje. El aprendiz sabe cuáles son sus mejores armas para desarrollarse, encuentra la manera de entender, analizar y aprehender con los medios que le resultan más fáciles, más cómodos, con los que se sabe a sí mismo más eficiente.

También es una actitud frente al aprendizaje,  es tener tolerancia a la frustración. 
Ante la frustración que genera la dificultad de lo que se aprende; y no obstante tener el firme convencimiento de que se encuentra en el camino correcto y que necesita pasar por esos niveles para llegar a CONSTRUIR, el nuevo nivel de conocimiento y ver cumplido así, su objetivo.

Actuar motivados por lograr un ambiente cálido y seguro, en el que el estudiante interactúe no sólo con el profesor para lograr el dominio de algo, sino que la interacción con el resto de los aprendices se convierta en una experiencia motivadora en sí misma, para el aprendizaje de las habilidades necesarias que le permitan lograr el dominio de lo que aprehende, debe ser uno de los actos más conscientes a realizar por cualquier formador. 

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